Más contenido: entrevistas, reseñas, artículos, entre otros, en La ardilla literaria ( https://laardillaliteraria.com/)

Yo quise ponerte un nombre por Ana María Rivas-Ruiz

Yo quise ponerte un nombre que jamás nadie hubiese pronunciado. Que sus sílabas fueran música desvaneciéndose en el viento, expandiéndose como aroma indivisible de ti.

Yo quise llamarte como jamás nadie te hubo nombrado, evanescente, como riela el reflejo de la luz sobre los lagos. Como incógnito eco reverberando en el silencio rumoroso de tu ausencia.

Yo quise inventarte un nombre que germinase en mi corazón como semilla de promesa eterna. Que enraizara en sus latidos para no concebirme sin el diapasón del tuyo.

Busqué entre las criaturas vivas, las tierras y los océanos, entre las constelaciones y la más hermosa de las lunas. Hundí mis manos en los manantiales de las palabras, que surcan la vida y en las que se embozan los sueños, persiguiendo la quimera de su sonido.

No me importaron los harapos de mi torpe lengua, ni mendigar de los sabios orientación certera. Tampoco me acobardaron las inclemencias de los años en este finito cuerpo, pues mi carga se aligera con el tacto de tu mano y, aunque mis pies se hundan en la firmeza de mi propósito, tú caminas a mi lado.

Perdona si quise abarcarte por completo con la ingenua pretensión de delimitar lo que no concibe fronteras y aprender que uno, no es parte ni complemento de nadie y, es extenso y misterioso incluso para sí mismo. Salvaje y primigenio a pesar de cuantas cadenas deseen otorgarnos con dogmas y costumbres, con los plomos abisales de las falacias y los yugos de impuestas necesidades.

Con ese nombre recién nacido, en los labios, iré a tu encuentro, soñando en que su melodía te conmueva y lo aceptes como tuyo y, así, en el vergel de sus grafías, hallemos refugio seguro, solo para nosotros, desafiando al tiempo y al porvenir esquivo, permaneciendo unidos en su secreto.



 

2 comentarios:

  1. Muy interesante, sin duda; aunque habría que leer más...si eso se buscaba: ¡lo consiguieron!

    ResponderEliminar
  2. Cada colaborador, claro está, tiene su propia manera de expresión. Saludos.

    ResponderEliminar