Curramos como auténticos siervos
Para darnos esos parvos caprichos
Estamos con nuestra faena a diario
Así permitirnos algún humilde vicio
Alguna debilidad habrá que reputar
Indigno será cuando éstas no existan
Pero prefiero no pararme a recontar
Muchas de las que en uno habitan
Así es la vida que nos tocó disfrutar
La esencia de todas las pequeñas cosas
Ni poderosos ni reyes llegarán a
valorar
El cándido obsequio de una bella rosa
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