José Luis Muñoz: «Lo de la paridad de sexos es un poco cansino, sobre todo en la novela negra».


Por Ginés J. Vera

Con más de medio centenar de obras a sus espaldas y muchas millas en su mochila viajera, el escritor salmantino José Luis Muñoz nos concede una cálida entrevista acerca de su reciente novela La bahía humeante (Traspiés); una road movie merecedora del Premio de Narrativa Carmen Martín Gaite 2021. 

P.: Esta primavera se publicó La bahía humeante tras recibir un merecido premio literario. Una historia que comenzó a fraguarse en un entorno de frío y hielo, al igual que su punto y final. Háblanos de Islandia como fuente inspiradora y de su capital… por lo del título.


R.: Si tuviera que nacer de nuevo, elegiría Islandia. Quizá en mi próxima reencarnación. Es un país pequeño, en habitantes, pero extraordinariamente bien organizado. Es un país que procesó a sus banqueros, en donde las empresas que suministran gas, agua y electricidad, son públicas. Además de tener una renta per cápita altísima, es un pueblo muy culto y civilizado entregado a la lectura. Y se come bien. Pero es carísimo. Pero vale la pena viajar porque su paisaje es sencillamente extraordinariamente bello. Islandia casi roza la perfección. Hace frío, eso sí, pero es que a mí no me asusta el frío. 


El título es la traducción literal de su capital. La bahía humeante que descubrieron los vikingos en su ruta hace Groenlandia y América del Norte, los primeros descubridores europeos de ese continente. 

P.: Decía que ha merecido un premio literario, en concreto, el Premio de Narrativa Carmen Martín Gaite 2021. Curiosamente, si pienso en esta autora ya fallecida me viene a la cabeza el título Nubosidad variable. En ambas creo que además de cierto desencanto hay un componente de metaliteratura. Coméntanos acerca de la recepción del premio, de tu acercamiento a la prosa de Martín Gaite y de lo intraliterario de La bahía humeante.


"Si tuviera que nacer de nuevo, elegiría Isalandia", afirma.
Foto Facebook del autor

R.: Los escritores suelen decir que están en lo que escriben, aunque a veces se disfrazan para no ser reconocidos. A la hora de armar esta novela negra ambientada en Islandia me inventé una trama muy literaria. La literatura está siempre en el foco de la narración, en las discusiones entre Max Rigalt, escritor purista que nunca llegará a ninguna parte, porque en la sociedad, y en literatura, las cartas siempre están marcadas, y Eric Burdom, ese farsante usurpador que está rodeado de un prestigio inmerecido. Lo literario está tan presente que estalla en el final, cuando ambos escriben una novela inacabada y no precisamente con tinta. Alex Rigalt es una especie de Marlow, y Eric Burdom, Kurtz. Uno va al encuentro del otro. La influencia de El corazón de las tinieblas es clara, me doy cuenta ahora, en frío, que reflexiono sobre la novela. Los escritores nos alimentamos de los libros. El de Joseph Conrad es todo un referente. No hay río Congo, pero hay Islandia, todo un recorrido inhóspito y frío para llegar a él, a Burdom. 


P.: En esta novela encontramos no solo la parte descriptiva, viajera, casi como una invitación a soltar el libro e irnos en avión hasta allí, bien abrigados, claro. También hay una buena dosis de crítica social  con jugosos paralelismos entre el modo de vida islandés y el más occidentalizado en estas latitudes. ¿Nos hablas de ello?


R.: Sociedades muy diferentes la nuestra y la de ellos. Curiosamente, y lo recalco en el libro, hay mucha emigración portuguesa. Seguramente viene por el bacalao. Asociamos Islandia a ese pescado. Pero también hay salmones en sus ríos que no tienen como depredadores a ningún mamífero. La fauna de ese país es curiosa: cisnes, miles de ellos, que te sorprenden porque uno está acostumbrado a parejas o animales solitarios. Los islandeses, además de exquisitamente educados, suelen ser amables. Tienen un turismo sostenible. Quizá hay muchos chinos: me llamó mucho la atención y eso también se apunta en mi novela. La novela es un cuaderno de bitácora. Cuando viajo escribo cada noche sobre lo que he visto, lo que me llama la atención, la gente que veo, lo que como, y aparte hago miles de fotografías, ruedo muchas horas de video que me sirven luego para reelaborar lo que quiero escribir. La sociedad islandesa es casi perfecta. No hay ejército. No vi un solo policía. No hay más que un par de autores de éxito que se inventan en sus novelas crímenes que no existen, como Arnaldur Indridason. Cuando se produce un asesinato, sale en primera página de la prensa. 


P.: Quienes se acerquen a La bahía humeante pronto descubrirán que el motor de la trama es una injusticia y, por tanto, de una búsqueda de la justicia.. o una venganza, según se mire. Sobre ese sutil matiz te lanzo una reflexión abierta al hilo, además, de la cita de Dostoiesvski que abre las páginas de esta novela de prosa ágil y trama directa. 


Asegura que su novela es un cuaderno de bitácora.
Foto Facebook del autor 

R.: Justicia poética. Es lo único que se puede hacer con la literatura de ficción. Suelo decir que los escritores de novela negra somos gente pacífica porque bastante matamos en nuestras páginas. El tema de la impostura está muy presente en mi obra literaria. Hace un año publiqué una novela muy breve titulada La muerte del impostor. En La bahía humeante el impostor es un hombre de éxito, un ladrón de talentos. No es nuevo ni en la pintura ni en la literatura. Malas lenguas hablan de un caso muy notable. ¿Realmente escribió Patrick Suskind El perfume teniendo en cuenta que era lector de una editorial y le llegaban muchos manuscritos? Si era el autor de esa obra maestra, ¿por qué enmudeció y no escribió más salvo un librito de cuentos infantiles? Sí, claro, tenemos a Juan Rulfo y Pedro Páramo, pero es sospechoso. El tema de la impostura es también el central de una novela inédita que espero vea pronto la luz.

P.: El personaje principal, si excluimos el paisaje, es Max Rigalt, un tipo maduro del que leemos que es un “duro blando.” Todo un clásico para una novela del género, ¿quizá la historia hubiera sido otra si Max hubiera sido Maxine aunque el antagonista siguiera siendo Eric Burdom? ¿Para cuando una protagonista femenina, empoderada, en una novela negra criminal?


R.: Con Maxine la historia hubiera sido muy diferente. Y quizá mejor. Imaginemos una historia de amor / odio entre Maxine Rigalt y Eric Burdom. Ya hay heroínas de novela negra femeninas. Ahí está la hacker ciberpunk Lisbeth Salander de la saga Milenium. A mí me resulta más cómodo armar personajes masculinos. Pero también he creado personajes femeninos muy potentes como la Malinche de El centro del mundo, mi novela épica sobre la conquista de México por Hernán Cortés. Sin ella, Cortés no habría conquistado Tenochtitlan. Lo de la paridad de sexos es un poco cansino, sobre todo en la novela negra. Aunque ya hay muchas escritoras en ese género en España, y bienvenidas sean y que se multipliquen (Empar Fernández, Alicia Giménez Barlett, Susana Hernández, Rosa Ribas, Noelia Lorenzo Pino, Susana Martín Gijón, Dolores Redondo, Berna González Harbour, Ana Ballabriga, Marta Prieto, Marta Sanz, Yanet Acosta...), los hombres son mayoría. Para mí simplemente hay escritores, y que sean buenos. 

Uno de mis iconos literarios es Patricia Highsmith, y no porque sea mujer, sino porque es una escritora extraordinaria. Pero si nos vamos a la literatura negra norteamericana veremos que hay muy pocas mujeres, muchas menos que en España, y desde siempre. Puede que eso se esté revertiendo, pero aquí no llegan, salvo excepciones como Gillian Flynn y su excelente Perdida, y Donna Leon que ya es un clásico. Quizá las mujeres, por lo general, se sienten más cómodas en otros géneros. No sé. Pero yo no hago distinciones por sexos, me parece un error, sino por la calidad de las obras. 

Una editora con cuarenta años de experiencia me decía que, actualmente, en igualdad de condiciones (calidad literaria, comercialidad del producto), las editoriales prefieren a las mujeres en vez de a los hombres. Y no debemos enfadarnos. Además hay que tener en cuenta, y de nuevo vuelvo a las estadísticas, que las mujeres son las que más leen en este país. 


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José Luis Muñoz (Salamanca,1951) cursó estudios de Filología Románica en la Universidad de Barcelona. Ha escrito artículos de opinión en los periódicos El Sol, El Independiente el El Periódico. Mantiene asimismo el blog La soledad del corredor de fondo. Sus novelas han sido traducidas al francés, italiano, checo y búlgaro y han sido elogiadas por figuras como Luis García Berlanga o Manuel Vázquez Montalbán. Su amplia obra ha sido objeto de estudios y reseñas en numerosos medios, citada incluso en el New York Times. En la actualidad colabora con varios medios de comunicación digitales, como son Culturamas, Suburbano Miami, o Narrativas, entre otros. Es asimismo director de las colecciones de novela policial La Orilla Negra y Sed de Mal, y ejerce como comisario del festival Black Mountain Bossòst que gira en torno al género negro. Dirige la organización Lee o Muere. Entre sus numerosas obras publicadas destacan: «La frontera sur», «Cazadores en la nieve», «El rastro del lobo», «La manzana helada», «Los perros» o «El centro del mundo».




La bahía humeante. José Luis Muñoz. (Ed.Traspiés)


Link al libro:https://www.traspies.com/la-bahia-humeante/



2 comentarios:

  1. Fue un placer como siempre entrevistar a José Luis. Agradecido y por descontado, recomendar La bahía humeante a las y los lectorxs de La ardilla literaria.

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  2. Muchas gracias, como siempre, Ginés. Un placer nuestras charlas literarias.

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