El Hotel de las Mil Grullas. Entrevista a Ángela Martín del Burgo

Nos concede una simpática entrevista para el blog de La ardilla literaria la novelista, poeta y dramaturga Ángela Martín del Burgo. Ha publicado recientemente El Hotel de las Mil Grullas (Sapere Aude) por la que le preguntamos. 


  P.: Su libro El Hotel de las Mil Grullas es una obra de teatro. No es su primera publicación en este género, por lo que le preguntaría acerca de sus musas o su fuente de inspiración a la hora de plantearse la escritura de una obra, en este caso de teatro, frente a una novela o un poemario. 

 R.: Evidentemente, son géneros literarios diferentes, que implican no solamente una distinta conformación en los recursos temáticos y formales, y una distinta técnica, sino también una diversa actitud a la hora de abordarlos. Esta determinada actitud es la que nos conduce a elegir un género u otro. Cómo un determinado tema con unos personajes, acción, etc., puede desarrollarse mejor en una obra de teatro o en una novela. Por mi parte, la poesía obedece a la inspiración arrebatadora del momento. Alguien dijo que el poema es un momento de eternidad. 

  P.: Cada uno de los 5 personajes de la obra tiene un concepto de las grullas y de por qué están en ese hotel. Pero, querría preguntarle algo que a su vez le pregunta Ana a Rodolfo: ¿qué son para ti las grullas? ¿Qué son para Ángela las grullas?

  R.: Las grullas son un buen motivo en la obra donde se materializan tantas ideas: el rapto de la belleza, el paso del tiempo, la eterna espera -inacabable- que es la vida, el trascurrir de las generaciones… Las grullas son metáforas de todo ello, prestan su significado polisémico a la polisemia en la que puede concentrarse la vida. En esta obra leemos: “Las grullas son un símbolo. Es la belleza quien va a sobrevolar nuestras cabezas; es la fidelidad; el regreso eterno…”

 P.: Me identifico en parte con el personaje de Rodolfo. Este, en un pasaje, dice que “si confiamos nuestros secretos, perdemos la libertad”. ¿Piensa también como él?

  R.: Es una cita de La Celestina. He escrito días atrás un relato titulado Musashi Miyamoto, el camino espiritual del samurái. Uno de los consejos que da Miyamoto en su libro El libro de los Cinco Anillos es que la mirada debe descansar en el espíritu del enemigo; que el samurái debe saber escrutar el estado de ánimo del enemigo para prevenir sus movimientos y conocer su propia destreza. Pero del mismo modo que debe saber escrutar el estado de ánimo del enemigo y, por tanto, averiguar sus secretos para conocer su técnica y prevenir sus movimientos, debe velar el suyo para no ser descubierto. No permitas que nadie perciba tu espíritu, leemos. No hay que confiar, pues, nuestros secretos, como leemos también en La Celestina. Quizás sea buen consejo.

  
  P.: He seleccionado algunas frases del texto por si quiere comentárnoslas. Por ejemplo, una de Rodolfo: “Las grullas no terminan nunca de pasar” (me ha evocado un poco a Heráclito y ese río donde nunca nos bañamos dos veces). 

  R.: Sí; tiene razón en lo que dice. Hay en la obra una consideración del tiempo, relacionada también con el ver pasar las grullas: estas pasan, pero regresan; hay en ellas un regreso eterno, una permanencia. Lo mismo sucede con la vida del hombre y el paso de las generaciones. Rodolfo dice a propósito de las grullas: “No acabarán nunca de pasar”. Y cuando Claudia le replica diciéndole que “no son las mismas todos los años”, él responde: “Como nosotros. Nuestra juventud pasó, pero vive en la tuya. La juventud regresará siempre y nosotros con ella. No morimos del todo. A decir verdad, no hay muerte”. Estas son ideas muy importantes en la obra. 

  P.: Otra frase, también de Rodolfo, es la de que esperar es “...lo que hacemos en estos momentos, en estos momentos y siempre.” (Suena no solo a que la hermosura sea paciencia -como al parecer dijo un poeta-, sino a que la vida es una eterna espera).

  R.: Con relación a la cita “la hermosura es paciencia” es del poeta Luis Cernuda, poeta a quien admiro. Y que la vida sea una eterna espera, relacionado con la espera de la llegada de las grullas, no es sino “metáfora trágica de la vida” como leemos en la contracubierta.

  P.: Al tratarse El Hotel de las Mil Grullas de una obra literaria teatral, me asalta una pregunta de fondo. La novela goza de buena salud, la poesía le sigue a cierta distancia, pero ¿y el teatro escrito? ¿Quién es el lector medio de obras de teatro? ¿Cómo se podría animar a lxs lectorxs a leer más teatro?

  R.: Presentándole un buen texto. Tenemos que considerar que el teatro es uno de los tres géneros literarios principales, junto con la narrativa y la poesía, y que en el origen está, por ejemplo, la tragedia griega, importantísima; que el emblema o modelo de la literatura inglesa es Shakespeare, escritor de obras teatrales; que Cervantes también las compuso. Lo que sucede es que en una representación teatral hay dos elementos: el texto y los elementos extraverbales (escenografía, música, iluminación, sonidos, actores y actrices, que gesticulan y se mueven, vestuario, maquillaje…), y a veces ha ocurrido que estos segundos elementos han quitado terreno al primero, al texto, que pienso es lo principal. Recuerdo, por ejemplo, que en el siglo XVIII los ilustrados españoles regulaban el teatro para que fuese un modelo de conducta para la colectividad. 


  Ángela Martín del Burgo (Morón de la Frontera, Sevilla), novelista, autora teatral, poeta, articulista, doctora en Filología. Como novelista ha publicado: Asesinato en la Gran Vía (2022 y 2012). Un camerino en el María Guerrero (2021) (finalista en el IX Premio Wilkie Collins de Novela Negra). Cenizas sobre un mar de agosto (2021 y 2000). El recitador de poemas (2020). El mundo entero pasa por Marsella (2015) y Ningún camino de flores conduce a la gloria (2005). El libro de relatos La muerte de Mário de Sá-Carneiro o La soledad y el poeta (2007). Como autora teatral las obras: El idiota (2018), en colaboración con Á. Álvaro Martín del Burgo (basada en la novela de F. M. Dostoyevski). Y Embarcados (2019) (finalista del XIII Premio El Espectáculo teatral). Los poemarios: Dónde la muerte en Ámsterdam (2017). Enigma y misterio de Italia y otros poemas (2016). Poemas de viaje (2011). Caducidad de lo real (Premio Ciudad de Miranda, 1996). La mirada asombrada y Un sueño breve. Ha sido traducida al italiano en la antología bilingüe Poesia e Cultura. Due mondi, due culture (Italia, 2008), por cuyo poema, «Bologna. Piazza Maggiore», ha recibido el Diploma Autore dell´Anno 2008. Y en las antologías de poesía contemporánea Poesia e cultura y Parola e vita (Italia, 2010). Premio Literario Internacional Omaggio a Pablo Neruda & Salvatore Quasimodo. También han sido traducidos poemas suyos al chino mandarín y al portugués. Ha colaborado en antologías poéticas, revistas literarias (Cuaderno Sie7e, Isidora, Prótesis, Literatura Abierta y Oceanum) y en Congresos, así como en otros libros colectivos. 

  El Hotel de las Mil Grullas. Ángela Martín del Burgo. Sapere Aude. 

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