Por un lado, fue escrita y publicada hace casi diez años con gran éxito. Obtuvo el premio Ojo Crítico de Narrativa y el premio Ciudad de Alcalá de Narrativa. Y, por otro, la historia en sí nos traslada a principios del siglo pasado a la populosa ciudad de Lima. Basada en una anécdota histórica poco conocida del poeta Juan Ramón Jiménez, a la sazón, premio Nobel de Literatura en 1956, tiene como protagonistas a una curiosa pareja de jóvenes. Y a una no menos curiosa muchacha, llamada Georgina Hübner, por descontado.
Ellos son amigos, de buena posición, algo aburridos en esa ciudad costera del Pacífico, bajo ese cielo gris que a menudo les hace imaginarse bajo otros cielos. En la poesía. Admiran al Maestro, a don Juan Ramón, hasta el punto de idear la manera de escribirle para solicitarle alguno de sus poemarios dedicados. Pero lo harán tentando a la imaginación, al divertimento, no por burla, aunque con el tiempo, se convertirá en obsesión.
Harán nacer así, del papel, a la joven Georgina Hübner. Ella será la que se cartee con el poeta español. En ese ir y venir de misivas transoceánicas también se irá tejiendo las historias de Carlos y José, de sus amigos, de otros personajes que nos irán atrapando como en una telaraña por su narración, por lo desenfadado, por descubrir qué conseguirá la joven limeña, carta tras carta. El romance epistolar tendrá finalmente eco en el poemario Laberinto, publicado en 1913.
El cielo de Lima es una de esas novela para leer no solo una, sino más veces, revelada ya la sorpresa; gustará de recorrer, de nuevo, las calles, los arrabales y las buhardillas de Lima bajo ese cielo preñado de nubes como panza de burro, que dicen por allá; bajo ese cielo de Lima.
¡Qué interesante! No conocía esta novela.
ResponderEliminarNi yo, me habló de ella Ginés J. Vera. Saludos.
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