Lágrimas de polvo rojo. Entrevista a María Suré

Por Ginés J. Vera


Me concedió recientemente una entrevista la escritora salmantina, afincada en Valencia, María Suré (Salamanca, 1973). Suré estudió Ingeniería Informática en la Universidad Politécnica de Valencia y actualmente trabaja como analista y programadora informática. Desde siempre ha sentido un gran interés por el pasado de su ciudad de adopción, lo que la ha llevado a investigar sobre su historia. Hasta la fecha ha publicado varias novelas, la última, por la que le pregunto, es Lágrimas de polvo rojo (Maeva), un thriller con un asesino que actúa en Valencia y se inspira en antiguos rituales medievales.


  P.: Ni Lágrimas de polvo rojo es su primera novela ni su primer thriller. Autopublicó en 2017 “Proyecto B.E.L” donde también se hablaba del poder y de sacar verdades a la luz, aunque con otros tintes bien distintos. Háblenos de la génesis intelectual y narrativa de esta cuarta novela. 

  R.: Esta es mi cuarta novela desde que empecé en esto de las letras allá por 2015. Todas ellas, unas más, otras menos, pueden incluirse dentro del género negro, que es con el que más disfruto como lectora y escritora. Lágrimas de polvo rojo surgió a partir de varias ideas que llevaban tiempo rondando en mi cabeza. Una de ellas, la que más fuerza cobró en ese momento, trataba sobre los niños desaparecidos. En España, entre 1940 y 1990, desaparecieron más de trescientos mil niños. Una cifra escalofriante. Siempre me he preguntado qué podía haber ocurrido con esos niños arrancados de sus familias a una edad tan temprana. Lo que se describe en esta novela es solo uno de los posibles destinos de estos menores. También me atraía mucho la historia antigua de la ciudad de Valencia, lugar en el que se desarrolla la trama de la novela. Quería descubrir e investigar el lado menos amable del alma de esta ciudad que, como cualquier otra, tampoco se libra de haber sido testigo de alguna crónica negra. Poniendo estos ingredientes en la coctelera, aderezándolos con unos buenos personajes y dándoles un poco de movimiento para que cobraran vida, surgió esta nueva historia. Por cierto, el título tiene mucho que decir, no son palabras elegidas al azar. Cuando el lector descubra su significado entenderá muchas cosas.

  P.: Ha elegido Valencia para situar la trama criminal de esta historia a caballo entre la venganza y la justicia. Entiendo que en parte porque la conoce, lleva años viviendo en esta ciudad, todo y que es Ud. de Salamanca. Entre los escenarios están el casco viejo y la playa. Quizá la parte menos “turística” sea el parque de Polífilo, en el barrio de Campanar. Y sin embargo es clave en la trama por un curioso libro del s. XV. Coméntenos esta elección y la vinculación del citado parque con la trama de su novela.

  R.: Cuando decidí ambientar la trama de esta novela en Valencia, en la que resido desde hace casi treinta años, quería recrear algunas zonas de la ciudad y mostrarlas al lector tal y como son en la actualidad, destacando sus encantos de forma que, tanto los que conocen la ciudad como los que no, se sintieran atraídos por ella. La ciudad es un personaje más que siempre está presente y, como tal, creo que hay que cuidarlo y darle el protagonismo que se merece, pero sin caer en la tentación de convertirlo en algo tedioso al abusar de detalles y descripciones. Cuando investigaba sobre el pasado de Valencia, me topé por casualidad con el manuscrito de El Sueño de Polífilo y enseguida me conquistó todo el misterio que lo envolvía. En ese momento ya conocía la existencia del jardín valenciano inspirado en esta obra del siglo XV tan extraña como maravillosa y supe que tenía en mis manos una buena historia que contar. 

  P.: Hemos hablado de Polífilo y de El Sueño de Polífilo o Hypnerotomachia Poliphili. En el desarrollo de la novela alude a su traductora en castellano, a Pilar Pedraza, a quien menciona posteriormente en los agradecimientos. ¿Cómo fue su primer contacto con la obra atribuida a Francesco Colonna? ¿Ha tenido oportunidad de conversar con Pedraza de su novela? 

  R.: El Hypnerotomachia Poliphili, al igual que la mayoría de los textos medievales que se conocen, suelen tener un contenido que no resulta demasiado atractivo para la mayoría de lectores actuales, acostumbrados a lecturas más frescas y acordes al mundo en que vivimos. Pero, al igual que ocurre con otros libros de la época como pueden ser El Quijote o El Libro del Buen Amor, resulta innegable su relevancia en la literatura mundial. En el caso de El Sueño de Polífilo, además, su encanto reside en el misterio que lo rodea. La autoría de este enigmático libro se atribuye a un monje —Francesco Colonna—, algo sorprendente ya que está repleto de grabados con un contenido sexual nada apropiado para aquella época. En él se habla de temas como el amor platónico o el libre albedrío y entre sus páginas abundan las descripciones de elementos arquitectónicos y arqueológicos, esculturas,  fuentes y jardines. Es curioso que, según algunas fuentes, jardines tan emblemáticos como los de La Granja o El Retiro fueran construidos inspirándose en este libro. 

  »En el texto también se hace referencia a jeroglíficos egipcios, tiene acertijos ocultos e innumerables juegos de palabras. Está escrito en varios idiomas —uno de ellos, inventado—, con una laberíntica narrativa digna de estudio. La labor de Pilar Pedraza con su traducción es encomiable y gracias a ella podemos entender mucho mejor este maravilloso texto. No he logrado ponerme en contacto con Pilar, aunque me encantaría poder charlar con ella largo y tendido sobre este manuscrito y mi novela. Espero que los astros se alineen para que podamos hacerlo pronto. 

 

  P.: Según otro libro medieval que ha mencionado, en este caso, El libro del buen amor, del Arcipreste de Hita, dos cosas mueven el mundo, una de ellas es el sexo. Prefiero que sea Ud. como autora la que nos cuente ese componente incluido en Lágrimas de polvo rojo desde el punto de visto de la víctima y la argumentación narrativa de su novela.

  R.: Dicen que el amor puede mover montañas, pero es evidente que el sexo y el dinero son los motores que mueven el mundo desde tiempos inmemoriales. No hay más que teclear la palabra sexo en un buscador para ver el incontable número de entradas que aparecen en unos pocos segundos. En este caso, más que del sexo en sí, me interesaba hablar de las prácticas más sombrías relacionadas con él, como es el BDSM o la prostitución. En el primer caso, que alguien pueda sentir placer provocándole dolor a otra persona es una muestra más de la oscuridad que llevamos dentro y de lo compleja que puede llegar a ser la mente humana. El segundo representa esa cara fea de la sociedad a la que parece que nos hemos acostumbrado a fuerza de mirar para otro lado. Hemos llegado a “normalizar” unas prácticas con las que se vulneran los derechos de las mujeres a diario. Creo que ambos temas encajan perfectamente en el escenario de cualquier novela negra.

  P.: El fenómeno de los asesinos en serie, más allá de lo condenable, parece ser materia habitual de escritorxs y causar morbo entre lxs lectorxs del género negro. Me consta que para la parte científico-policial contó con ayuda profesional. Háblenos de esa labor de documentación porque sin duda es uno de los pilares de la credibilidad de una obra como esta. 

  R.: Para escribir cualquier novela es fundamental llevar a cabo una buena labor de investigación. La información debe aparecer entre líneas, sin que el lector lo note para que no parezca algo postizo y encajado a la fuerza o fuera de contexto. Como lectora puedo decir que se nota enseguida si un texto flaquea en ese aspecto, tanto por exceso como por defecto, y hace que mi interés por esa lectura decaiga. Por eso, antes de empezar a escribir, necesito entender y conocer el tema que voy a tratar y hago todo lo posible para que los pequeños detalles marquen la diferencia. He hecho varios cursos de criminalística muy interesantes, que me han sacado de más de una idea preconcebida de manera errónea y que me ayudan a la hora de construir tramas científico-policiales creíbles. 

  »Por otra parte, para escribir esta novela me entrevisté con Leila Mohamed, subinspectora del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Valencia, que, muy amablemente, me explicó de primera mano su día a día y su procedimiento a la hora de enfrentarse a una muerte violenta o un asesinato. Pero, sobre todo, me mostró la parte humana de esos policías que se enfrentan cada día a lo peor del ser humano y que, inevitablemente, acaban viendo la vida a través de una lente diferente. Me mostró esa “mirada” especial con la que se enfrentan al mundo, que es la que he tratado de reflejar en los personajes de la novela.

  P.: Me ha parecido curioso que entre los temas de Lágrimas de polvo rojo aparezca el de la investigación biomédica, concretamente sobre la cura de la enfermedad del Alzheimer y la inteligencia artificial. ¿Cree en el opaco poder de las grandes multinacionales del sector? ¿La ética de las corporaciones farmacéuticas -o su ausencia- daría para varias novelas, sobre todo thrillers que nos harían temblar?

  R.: El caso de las farmacéuticas era otro de los temas que tenía pendiente explorar desde hacía tiempo. El poder de estas grandes multinacionales y sus prácticas poco éticas no es algo que yo crea o deje de creer, es una evidencia respaldada por cientos de testimonios. Solo hay que investigar un poco para darse cuenta de la magnitud de lo que se esconde detrás de algunas de estas empresas. Existen numerosos artículos de científicos que, tras trabajar durante años en alguna empresa de este tipo, acaban destapando sus malas prácticas. No en vano hay quien afirma que las farmacéuticas son las que realmente mueven los hilos de la economía y la política del mundo. Cuando alguien se mueve a ese nivel, trasgredir las bases de la ética o la moral resulta tan sencillo como escalofriante. Es algo que está ahí, a la vista de todos, pero que se oculta tras la niebla que ellos mismos se encargan de generar para pasar desapercibidos. Todos podemos ver esa niebla, pero nadie se atreve a dar un paso para enfrentarse a lo que hay detrás.

 

  P.: Volvamos a Lágrimas de polvo rojo para que nos hable de dos personajes claves en la novela. Me refiero a Runa y Roi, si se me permiten las familiaridades. ¿Qué nos puede contar acerca de ellos para acercárselos a lxs lectorxs?

  R.: Creo que Runa y Roi son el binomio perfecto como pareja de policías. He intentado plasmar su relación como la que me gustaría encontrarme cuando leo una novela policíaca. Ambos tienen personalidades opuestas, pero juntos forman un tándem que funciona muy bien. Confían el uno en el otro hasta el punto de poner en riesgo sus vidas si fuera necesario y se conocen tan bien que no hacen falta palabras para que uno sepa lo que el otro está pensando. Aunque no siempre compartan las decisiones del otro, las respetan y las apoyan pese a quien pese.

  »Ambos tienen que luchar contra sus propios fantasmas, pero se enfrentan a ellos de manera diferente. Roi trata de quitarle peso a los problemas con sus bromas cada vez que ve que Runa se hunde más de la cuenta en la oscuridad, cosa que ella agradece, aunque sus protestas no lo demuestren. Runa es una mujer fuerte, decidida y muy profesional, pero es consciente de que tiene que demostrar su valía a diario en un trabajo donde predominan los hombres y eso la enfurece. Su magnífica intuición le ha concedido la fama de ser una de las mejores en el estudio de perfiles criminales y le bastan unos segundos para empatizar o no con un sospechoso. Cuando no lo hace, evita los paños calientes y las preguntas de sus interrogatorios se vuelven tan punzantes y afiladas como su sagacidad. Pero toda esa fuerza y esa seguridad en sí misma la abandonan cuando llega a casa y tiene que enfrentarse a la soledad de su hogar. La misma soledad que siente su compañero, aunque él tiene un remedio para las noches más negras: la marihuana que esconde en su cocina, en un bote de café. Cada uno lidia con sus demonios como puede y juntos se hacen la vida más llevadera el uno al otro.

  P.: En cuanto a la trama de la novela, avanza linealmente junto con la investigación, aunque creo no desvelar nada relevante si digo que en un punto estratégico nos traslada al pasado para desentrañar parte de los misterios abiertos. Aprovecho para preguntarle por esa parte enigmática de su novela. Creo que disfruta con este género tanto como escritora como lectora. Quizá ese guiño a las novelas de R. Chandler y Pierre Lemaitre en la habitación de Roi no sea casual... ¿Es así?

  R.: El escritor debe disfrutar con lo que está escribiendo o, de lo contrario, no funcionará esa magia que crea con las palabras y que logra seducir al lector y hacer que necesite seguir leyendo. En mi caso, intento escribir esa historia con la que me gustaría encontrarme como lector. Aunque procuro leer todo tipo de género, es cierto que al género negro le encuentro un atractivo especial. Me fascina ir descubriendo el misterio que se oculta detrás de cada trama y que mi mente se ponga en funcionamiento para elaborar multitud de posibilidades. Construir el puzle en tu cabeza e ir encajando cada pieza poco a poco hasta que por fin puedes ver la historia en su conjunto y le encuentras el sentido. También me atrae el explorar la psicología de la mente humana, ir en busca de esa oscuridad que se oculta en el interior de las personas hasta dar con ella y tratar de entender el porqué de ciertos comportamientos humanos terribles. 

  »Por supuesto que Chandler y Lemaitre son dos de mis escritores favoritos con cuyas historias disfruto siempre y el que aparezcan en la novela, aunque sea de manera tan fugaz, es un guiño que he querido hacer a estos dos grandes de la novela negra. Podría haber escogido a otros, hay muchos más que me fascinan, pero tenía que elegir. 

  »Cuando escribo me obligo a poner distancia entre mi vida personal y la historia que estoy contando, intento no dejar demasiado de mí en mis personajes, aunque a veces sea inevitable. Pero sí suelo hacer este tipo de guiños a otras personas, conocidos, amigos o, como en este caso, a otros escritores a los que admiro. Por ejemplo, todos los nombres de los personajes principales de esta novela son nombres de amigos que, al leerla, se han ido reconociendo. En mi novela anterior, Huérfanos de sombra —que reeditará Maeva en la primavera de 2023—, aparece de pasada un personaje secundario que en realidad soy yo cuando era pequeña. Me gusta hacer ese tipo de juegos de los que solo serán conscientes unos pocos lectores.

  P.: Llegados al final de la entrevista, y de la novela, quienes se hayan quedado con ganas de más aventuras con los subinspectores de policía que la protagonizan están de suerte. Una razón más para que lxs lectorxs se acerquen a Lágrimas de polvo rojo. Lance unas últimas líneas animándoles a sumergirse en esta trepidante historia de pistas misteriosas, venganzas y antiguos rituales en la soleada ciudad de Valencia.

  R.: Podría explicar con unas pocas frases todo lo bueno que tiene esta novela y por qué recomiendo leerla, pero no dejaría de ser una opinión subjetiva al ser formulada por su creadora. Creo que las opiniones de otros lectores son las que mejor pueden hablar sobre esta historia y sus personajes si lo que se busca es una valoración objetiva. Por eso animo a futuros lectores a hacer una sencilla búsqueda en Internet y descubrir los comentarios que se han ido dejando sobre Lágrimas de polvo rojo, que no son pocos.  

  »He de reconocer que esta estrategia juega a mi favor porque todas las opiniones son tan positivas que creo que acabaran por convencer a los amantes de este género que aún tengan dudas.


  Lágrimas de polvo rojo. María Suré. Maeva.

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